Detrás de cada objeto hay una creación, una reflexión, una concepción. Desvíalo de su propósito, ponle un nombre y obtendrás una "obra de arte".
Marcel Duchamp asumió que desgarrar un producto de su función utilitaria clásica para exhibirlo como una forma pura lleva a la mirada del espectador a interesarse por este objeto por sí mismo.
¡Esto no es una bolsa! "Esto es arte": hay que ver más allá del simple objeto; detrás de cada saco, un artista está durmiendo.